El mundial de rallyes y los iconos del automóvil
En estos tiempos de crisis económica mundial en los que vivimos, y con algunas retiradas de la competición en un pasado reciente por parte de fabricantes importantes, a uno le vienen a la memoria aquellos iconos del automóvil que hicieron grande al campeonato del mundo de rallyes, tales como el Lancia Stratos, un auténtico deportivo pequeño pero potente que además arrasó mientras estuvo en activo. Del mismo fabricante, que abandonó los rallyes a mediados de los noventa, uno recuerda también los fantásticos Delta Integrale, o los anteriores Fulvia. Es una auténtica lástima que Lancia ahora mismo no esté por esas locuras, porque se le hecha de menos en las carreteras.
Vehículos con un innegable poderío estético a la par que mecánico y técnico, y que les permite muchos años después ser venerados con intensidad por los más entusiastas. En ésta misma línea se encuentran otros pequeños grandes campeones, tales como el Alpine ganador en Montecarlo a principios de los 70, o el impresionante R5 Maxi Turbo, un pequeño utilitario, que en sus versiones de calle más equipadas disponian de un pequeño 4 cilindros de poco más de 1 L. de cubicaje, y que en la versión más radical llegó a dar cerca de ¡¡250 CV!! en el año 85, y del cual se produjo una pequeña serie para homologar. Ni que decir del espectacular Ferrari 308 GTB conducido por nuestro Zanini, un coche que en aquellos tiempos no era muy común por nuestras carreteras.
También será recordado como uno de los grandes iconos del automóvil el fantástico Ford Sierra Cosworth, con ese impresionante alerón posterior (ya no se hacen coches así, ni tampoco esos alerones), o el Toyota Celica que dió el primer mundial a Carlos Sainz. Otro de los grandes del mundial de Rallyes, sin duda, era el Peugeot 205 T16 que pilotó con mucha maestría el gran Ari Vatanen. Un coche que dominó en asfalto y conquistó los desiertos africanos con sus actuaciones en el París-Dakar. Os dejo un enlace a la wikipedia para los que no conozcáis la historia de este pequeño francés.
En definitiva, unos coches con un carácter absoluto, que a mi parecer no transmiten en la actualidad los C-4, con esa trasera tan… Citröen, o los que fueron invencibles durante mucho tiempo (es cierto, lo reconozco), Subaru Impreza, pero que tenian una estética poco más que discutible, más bien anodina.
Y ya para terminar, quién no recuerda nuestros fantásticos Seat 131, que en sus versiones italianas Abarth, ganaban mucho con la carrocería 2 puertas. En fin, que creo que tardaremos en volver a ver coches como los de aquellos tiempos.
¿Cuál es vuestra opinión?